martes, 28 de abril de 2009

Enfermedades

Criptorquidia
Alteración del descenso del testículo hacia el escroto.
Durante el desarrollo del feto dentro del útero los testículos originalmente se forman dentro del abdomen y deben descender atravesando la ingle o conducto inguinal hacia el escroto para completar su maduración. Cualquier alteración durante el proceso de descenso del testículo hacia el escroto puede generar una posición anormal del testículo. El testículo mal descendido puede ubicarse a cualquier nivel del trayecto que debe hacer normalmente por lo tanto se pueden encontrar testículos dentro del abdomen, en el conducto inguinal (que comunica el abdomen con el escroto) o en la parte superior del escroto a nivel del pubis.

Las alteraciones del descenso de uno o ambos testículos es una entidad que se observa en aproximadamente el 20% al 30% de los nacidos antes de término y en 5% de los nacido a término. Es un problema que puede resolverse de manera espontánea durante el primer año de vida o durante la pubertad. Lo habitual es indicar algún tipo de tratamiento hormonal para estimular el descenso del testículo o un tratamiento quirúrgico de descenso y fijación del testículo (pexia testicular) si el o los testículos no descienden espontáneamente.
El diagnóstico de un testículo no descendido se realiza con el examen físico del escroto, momento en el cual el médico constatará la ausencia del o los testículos a nivel de la bolsa. Una vez detectada la falta del testículo dentro del escroto se deberá investigar cual es la ubicación real del o de los testículos. El mismo examen físico podrá revelar la presencia del testículo a nivel del canal inguinal y en caso de no detectarse de este modo se indicarán estudios para realizar el rastreo o detección del lugar donde se encuentra alojado, incluido el abdomen. Entre los estudios que se pueden realizar se encuentran la ecografía, la tomografía computada o los estudios de medicina nuclear como el centellograma testicular. En algunos casos el testículo puede no ser encontrado por medio de los estudios y puede requerirse una cirugía para la ubicación del mismo.

Existen diversos motivos por los cuales se deben estudiar y eventualmente tratar los testículos mal descendidos. Un testículo que no ha descendido adecuadamente puede desarrollar trastornos en la producción de espermatozoides, incluso en los primeros años de vida debido a que los testículos necesitan alojarse a nivel del escroto para producir espermatozoides de manera adecuada. Por otro lado un testículo alojado a nivel de la ingle o en la porción superior del escroto puede estar más propensos a sufrir traumatismos. Otra razón por la cual debe tratarse un testículo mal descendido se debe a que estos testículos están más propensos a desarrollar tumores en comparación con la población de pacientes con testículos descendidos normalmente. Lo importante en estos casos es dejar los testículos accesibles a la palpación tanto por parte del paciente (auto examen) o por parte del médico para poder realizar el control o vigilancia adecuada de los mismos y en caso de detectarse lesiones tumorales poder realizar el tratamiento precoz. En algunos casos cuando se encuentra comprometido un solo testículo y no puede lograrse ubicarlo a nivel del escroto puede estar indicada la extirpación del mismo.
Como se comentara anteriormente en los niños pequeños pueden realizarse dos tipos de tratamientos con el objetivo de ubicar el testículo a nivel del escroto y permitir que estos conserven su capacidad de producir espermatozoides. El tratamiento hormonal con el cual se ayudará al testículo a fabricar hormonas masculinas y este nivel aumentado de hormonas puede favorecer el descenso del testículo. Este tratamiento puede tener mejor resultado cuanto más cerca de la bolsa escrotal se encuentra el testículo. La otra alternativa de tratamiento es la quirúrgica, denominada orquidopexia o pexia testicular, en la cual se realiza el descenso y fijación del testículo en el escroto. Puede realizarse en uno o dos procedimientos y por diferentes métodos; cirugía abierta o laparoscópica.

En el caso de los adultos en los cuales se realiza un diagnóstico de testículo no descendido, el descenso del mismo dentro del escroto sólo tendrá como objetivo hacerlo más accesible a la palpación y el control ya que no se mejorará su capacidad de producción de espermatozoides. Si el testículo no descendido genera molestias y no se puede alojar a nivel del escroto puede estar indicada la extirpación del mismo.

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